Viejitos de oro

Después de mucho tiempo de entregarse de lleno por el ciclismo, después de aguantar presiones de dirigentes que no lo dejaban participar por viejo, después de un sin número de imposibilidades, Juan Curuchet consiguió su primera medalla de oro en los Juegos olímpicos, a sus 43 años, si si 43 años, logró lo que muchos no creían que podía lograr y junto con Walter Pérez ganaron la primera medalla dorada de Argentina en China, no fueron los millonarios del fútbol, ni los profesionales del básquet,ni la exquisita legión del tenis o la garra de Las Leonas, fueron dos señores que hace años entrenan para esto, sin la ayuda necesaria, sólo cuando pueden o tienen tiempo salen a pedalear para agarrar ritmo de competencia.
Cuando muchos pensaban que esa dupla sólo viajaba a cumplir su participación nos regalaron la emoción de ganar esa presea de oro que tanto nos llena de orgullo escuchar ganarla, en el momento en se decía que estaban más para el retiro que para pedalear, pedalearon como dos guerreros que escapan de las garras del dragón, demostrando que todavía vale la pena pelear por algo sin importar la edad o los distintos problemas que acarrea a cada competidor, estos dos veteranos demostraron tener coraje para ganarle a los monstruos de España, Rusia y compañía.
Esto es un llamado de atención para los dirigentes que están al frente del deporte amateur argentino para que sepan, que si se mejoran las instalaciones de prácticas, y se le brindan subsidios a los atletas, Argentina podría llegar a tener un mejor desempeño que en los juegos futuros, y no haría falta convertir la partida de la delegación a los juegos en un acto político.